domingo, 1 de abril de 2012

Antonio López, Thyssen-Bornemisza, Madrid


Antonio López (1936), Thyssen-Bornemisza, Madrid


Fechas
Del 28 de junio al 25 de septiembre de 2011.



¡Buenos días! Hoy en un Domingo en el que muchos están de vacaciones, se me ha ocurrido que era buena idea presentar otra exposición de peso en la que también se ve Madrid vacío: Antonio López en el Thyssen-BornemiszaEsta cubre toda la trayectoria del que probablemente sea el pintor español hiperrealista más importante de la historia. Esta, como la de Sorolla, era la exposición que todo el mundo quería ver. Para los que estuvisteis os permito revivirla y para los que no pudisteis ir os acompaño por la misma :)



Sinopsis: La última retrospectiva de la obra de Antonio López tuvo lugar en 1993. En las dos décadas transcurridas desde entonces, el artista ha seguido evolucionando y ha producido algunas de sus mejores obras maestras. El propósito de esta exposición es mostrar al público esa producción reciente y a partir de ella reinterpretar la carrera anterior del artista. La primera parte de la exposición explora los grandes temas de la creación de Antonio López en las últimas décadas, señalando a la vez la continuidad y el contraste con la etapa anterior a 1990. Esos temas se reducen esencialmente a tres: la ciudad, el árbol y la figura humana, en correspondencia con tres medios artísticos fundamentales: la pintura, el dibujo y la escultura. La segunda parte de la exposición viene a ser una mirada retrospectiva hacia la carrera de Antonio López, presentando su evolución desde sus orígenes hasta su primera madurez. El acento descansa en la figura humana, que en otro tiempo dominó la pintura de nuestro artista.


VidaNacido en 1936 es el mayor de cuatro hermanos y sus padres eran labradores acomodados del importante núcleo manchego que era Tomelloso. Su temprana vocación por el dibujo, así como la influencia de su tío, el pintor Antonio López Torres, conformaron su decisión de dedicarse a la pintura. En 1949 se trasladó a Madrid para preparar su ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, coincidiendo allí con diversos artistas, como Enrique Gran, Amalia Avia, y Lucio Muñoz, con los que conformó lo que se ha venido a llamar Escuela madrileña.
En 1955, y gracias a una beca, viajó a Italia, donde conoció de primera mano la pintura italiana del Renacimiento. Sufrió así una pequeña decepción al contemplar en vivo las obras maestras que sólo conocía por reproducciones, y que hasta ese momento veneraba. Comenzó a revalorizar la pintura clásica española, que tan bien conocía, gracias a las frecuentes visitas al Museo del Prado, especialmente Velázquez.
Desde 1985 y hasta 1969 fue profesor encargado de la Cátedra de preparatorio de colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
En 1985 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.
En 1990 el director de cine Víctor Erice filmó El sol del membrillo en el que se recoge el proceso creativo del artista mientras pinta un membrillero del patio de su casa.
En enero de 1993 fue nombrado miembro de número de la madrileña Real Academia de San Fernando. En ese mismo año, el Museo Reina Sofía le dedicó una exposición antológica.
En 2008, el Museo de Bellas Artes de Boston le hizo una exposición monográfica. También, su obra Madrid desde Torres Blancas, alcanzó en subasta de Christie's de Londres los 1918000 €, la mayor cantidad pagada hasta ese momento por una obra de un artista español vivo


Crítica personal: Desde muy pequeño Antonio López me ha fascinado. Ya en el primer taller de pintura donde hacía mis primeros ensayos, recuerdo que mi profesor poseía un espectacular libro que recogía toda la obra del autor. Y recuerdo que lo cogí prestado varias veces: ¡no me podía creer que un pintor pudiese llegar a ese nivel de detalle y con ese resultado! Cuando escuche por primera vez que el Thyssem iba a recoger una muestra retrospectiva del maestro se me hizo la boca agua. Como casi siempre acabe visitando la exposición in-extremis, con muchísima gente y martes a las 9 de la noche. Pero valió la pena!


De Antonio López me fascina su evolución desde la pintura metafísica, sus hiperrealistas dibujos a lápiz (escenas de un realismo enfermizo), su visión de Madrid como una ciudad positiva que siempre amanece y por supuesto su dominio absoluto del paisaje urbano. Un maestro con mayúsculas, un hombre metódico que llega hasta el límite y que a pesar del amplio reconocimiento en vivo, siempre ha conservado la humildad.


De la exposición tengo que decir que no decepciono. Muchas han sido las ocasiones en las que las altas expectativas me han dejado un regusto agridulce al comprobar que la muestra en sí no me llenaba tanto como podía esperar... pero este no fue el caso. Grandes formatos, tonos pastel, cuadros que nunca se acaban (es característico del Antonio López el empezar mucha obra que va terminando con los años de manera que siempre tiene multitud de obras empezadas simultáneamente) y sobre todo la tensión que tienes al analizar sus cuadros y darte cuenta el nivel de su obsesión con el detalle y las proporciones. El resultado espectacular, no sólo no decepciona si no que engancha. 


Selección: Es difícil elegir pero aquí os dejo mis obras favoritas:


Membrillero, Antonio López, 1961
Taza de vater y ventana, Antonio López, 1968-1971
La cena, Antonio López, 1971-1980
Gran Vía, Antonio López, 1974-1981
Madrid desde Torres Blancas, Antonio López, 1974-1982
Terraza de Lucio, Antonio López, 1962-1990
El Campo del Moro, Antonio López, 1990-1994

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